A causa de bajas y otras circunstancias, el Girona se presentó ante la Real Sociedad con los jugadores disponibles. Con Danjuma como único extremo, Míchel decidió colocar a Arnau en la banda derecha, pero en una posición de centrocampista, no de lateral.
El joven capitán, que comenzó el partido desde el banquillo con la aprobación de Stuani, adoptó el cambio de estrategia con gran liderazgo, actuando como un centrocampista y aportando intensidad al lado izquierdo del campo. El entrenador implementó un nuevo enfoque táctico, buscando un juego más abierto y menos profundo en comparación con otras ocasiones, algo que Arnau interpretó adecuadamente.
Generó varias jugadas continuas, aunque no tiene el mismo perfil de profundidad que un extremo puro. Míchel elogió su actuación, señalando que “hizo un partido magnífico mientras tuvo energía y mostró una notable comprensión del juego”. También destacó la presión ejercida para recuperar balones frente a un jugador como Sergio Gómez, lo que presenta un reto importante. Antes de iniciar el encuentro, Míchel explicó a su equipo que el sistema dependería de la inteligencia de Arnau, según la ubicación del balón. El entrenador mencionó que Arnau mostró habilidades defensivas y también cerró espacios como un medio centro, además de su rol como lateral derecho. A pesar de la derrota del equipo, Arnau brilló en el campo. A diferencia de la temporada anterior, ha recuperado esa atención en Montilivi, mostrando un crecimiento en madurez e inteligencia.
La sua intelligenza si traduce in un’ottima chiarezza nelle azioni offensive, permettendogli di mantenere il controllo del campo, superando la robustezza fisica di Alejandro Francés. In sintesi, il catalano ha assunto il ruolo di capitano, oltre a fungere da centrocampista e da figura con più esperienza rispetto ai suoi 21 anni. Il calciatore gode di una salute eccellente in tutti gli aspetti, e ciò continua a emergere di fronte ai tifosi ‘blanc-i-vermella’ in una stagione in cui la sua presenza è cruciale per la squadra.
