El Chimy Ávila ha sido el protagonista destacado del encuentro que el Real Betis logró win en El Sadar el sábado pasado, su antiguo estadio, frente a Osasuna. Él fue el encargado de marcar el gol decisivo, el 1-2, tras aprovechar un rebote de Sergio Herrera, que estuvo a punto de irse al travesaño debido a la potencia de su disparo, a pesar de la cercanía del arco.
En una entrevista con RTV Betis, el argentino compartió: “Pensé que si disparaba bajo, Sergio Herrera lo detendría. Entonces opté por pegarle fuerte arriba. Dije ‘que sea lo que Dios quiera’, y esa es la esencia del delantero: estar siempre en la jugada y ofrecer la victoria a los béticos”.
Durante el partido en Pamplona, Chimy vivió diferentes emociones, oyendo tanto los gritos de desaprobación de los aficionados de Osasuna como las muestras de apoyo de los seguidores béticos: “Sentí un torbellino de sensaciones. Escuchaba los insultos de la afición rival, que para mí ya son parte del pasado. Lo he dejado atrás. Sin embargo, lo que realmente me marcó en ese instante fue el cántico de ‘Chimy es de los nuestros’. Es como cuando estás usando un coche eléctrico y la batería está a punto de agotar, pero de repente sientes un empujón extra gracias a la energía de la afición del Betis”.
A pesar del triunfo, Chimy se mostró crítico consigo mismo y expresó su deseo de que el Betis continúe mejorando: “Ganamos como un conjunto, somos una familia, un equipo. Esta victoria era necesaria. Debemos cerrar el capítulo de los errores y enfocarnos en lo positivo para avanzar. Espero que este sea el inicio de un hermoso recorrido. Cuanto más lejos lleguemos, mejor será. Ahora tenemos que esforzarnos cada día y reconocer que debemos aprender de nuestros errores”.
Il mister ci fornisce gli strumenti necessari, mentre i tifosi ci sostengono. La responsabilità, però, ricade su di noi. Questa volta abbiamo capito ciò che il mister e i tifosi volevano. Siamo i primi a sentire il bisogno di ottenere una vittoria. Giovedì affronteremo il FC Copenaghen nella Conference: “Siamo in dodici contro undici. La tifoseria ci darà una spinta e nessuna squadra trova facile venire qui, specialmente con le 50.000 o 60.000 persone che riempiono sempre il Benito Villamarín. Questo è un vantaggio che ci aiuterà; per qualsiasi squadra che calca questo campo, è difficile sfidare il nostro pubblico e noi stessi”.