Míchel Sánchez ha logrado un importante logro al completar 150 partidos al frente del Girona, estableciéndose como el quinto entrenador con mayor número de partidos dirigidos en la historia del club. Desde su llegada, ha sido una figura clave en el desarrollo del equipo, logrando su regreso a la Primera División tras el primer ascenso conseguido con Pablo Machín.
Su carrera se ha caracterizado por un profundo impacto tanto en los resultados como en la forma de jugar, rompiendo récords y convirtiendo al Girona en un referente dentro de LaLiga. En su cuarta temporada, el entrenador ha sobrepasado las expectativas, llevando al equipo a luchar por un puesto en competiciones europeas.
La campaña anterior fue legendaria: con la Champions asegurada, mantuvo la lucha por el primer puesto hasta febrero, finalizando en una notable tercera plaza, solo detrás de Real Madrid y Barça. Este triunfo no solo refleja el mejor desempeño del equipo en su historia, sino que también pone de relieve la habilidad de Míchel para extraer el máximo potencial de cada jugador. En una conferencia de prensa, Míchel compartió su aprecio y emoción por el club: “Cada día que pasa es uno menos y es triste porque desearía estar muchos años aquí. Siempre he afirmado que aquí soy un entrenador al 100%, porque tengo todo lo que necesito”, comentó.