Iñigo Pérez, tecnico del Rayo Vallecano, ha admitido después de la derrota frente al Sevilla (1-0) que lo que más le duele es el rendimiento del equipo antes de la expulsión de Unai López en el añadido del primer tiempo.
“Nuestro equipo tiene este problema que está relacionado con nuestra resistencia, pero para evolucionar debemos mostrar una mentalidad proactiva desde el principio, en lugar de esperar a ser expulsados o recibir un gol. No me sorprende lo que vino después, porque conozco lo que son capaces de hacer.
Esto ya nos ha sucedido anteriormente. Sin embargo, me afecta más lo que ocurrió al inicio, sobre todo la pérdida”, expresó.
Respecto a la expulsión de Unai López, indicó que no pudo observarlo y que aún no ha tenido conversaciones con el jugador sobre el tema; sin embargo, apuntó que “si fue una decisión acertada, él será quien más se sienta arrepentido por la situación”. Por otro lado, añadió que “si fue injusto, su reacción habría sido desmedida, pero eso no ha sucedido”. “O es correcto o queda en una zona incierta. No soy del tipo de entrenador que comparte abiertamente sus pensamientos sobre estas cuestiones”, añadió.
Acerca del gol en contra, mencionó que “hubo una distracción defensiva” y que “de acuerdo a Andrei (Ratiu), antes del tanto se perdieron de vista dos o tres saques de banda en el otro lado que, al estar más cerca de su área, no se les presta suficiente atención: cuando sucede cerca de tu propia portería y con este nivel de futbolistas, ocasiona lo que ocurrió”. Sobre los instantes finales, comentó que “son reacciones naturales de la ansiedad”, señalando que “cuando sientes que el tiempo se agota, las protestas suelen surgir de la desesperación y no necesariamente desde la lógica”. “Pensé que podría añadir un minuto más”, concluyó.