Layhoon Chan, la presidente del Valencia, ha declarado que existe una percepción errata del club, especialmente a través de los medios de comunicación, que proyectan una imagen negativa y catastrófica. Aunque tanto el equipo masculino como el femenino se encuentran en la última posición de la Primera División, se pasan por alto los logros positivos que también está realizando la entidad.
Chan subrayó su deseo de que la prensa sea más objetiva, apuntando que, a pesar de los esfuerzos y la dedicación por parte de todos, se tiende a resaltar solo lo negativo.
La reunión de accionistas, que tuvo lugar el jueves después de varios años, permitió la participación de accionistas minoritarios en Mestalla, tras eliminar el requisito de poseer 5.786 títulos.
Sin embargo, la directiva decidió suspender la junta debido a las crecientes protestas que impidieron su inicio. Chan expresó que no es correcto que se presente a la administración como egocéntrica o malintencionada, reconociendo, no obstante, que puede no ser la mejor presidenta, pero que siempre actúa pensando en el bienestar del club.
Afirmó que renunciaría si alguna vez sintiera que no puede contribuir, pero hasta entonces continuará entregando su máximo esfuerzo. Chan también mostró empatía hacia los aficionados, reconociendo que, aunque los resultados no siempre son óptimos, las circunstancias y limitaciones son una realidad con la que deben lidiar.
Chan ha expresado su profundo malestar en relación con una reciente reunión, al preguntar a los medios si pueden comprender su sufrimiento: “¿No sienten mi dolor? Estoy sola aquí, sin mi familia, y he experimentado un ambiente de agresión y casi violencia”. Esta declaración se produjo unas horas después de que Chan, acompañada por otros líderes y consejeros del club, tuviera que abandonar el estrado de Mestalla. La presidenta del club lamentó que “no se ha podido llevar a cabo la junta de manera adecuada”, a pesar de su intención de ofrecer “transparencia”; sin embargo, parece que algunos accionistas no compartieron esta intención.
Chan comentó que, a pesar de los intentos por seguir adelante, se vieron obligados a cerrar la sesión. Desde una perspectiva personal, expresó que el comportamiento presenciado ese día no puede ser tolerado en una democracia, subrayando que la situación se tornó cada vez más agresiva. “Tenía la esperanza de que los accionistas participarían en diálogos respetuosos. Pueden surgir desacuerdos, pero debemos contar con un espacio para escuchar a todos”, añadió Chan, refiriéndose a la importancia de expresar su perspectiva.
La dirigente de Singapur también afirmó que nunca miente en sus declaraciones y que siempre ha buscado ser “muy transparente” acerca del proyecto del club, aunque reconoce que el entorno actual presenta desafíos: “El objetivo era vender Mestalla para financiar un nuevo estadio, pero la situación del mercado inmobiliario se complicó, aunque seguimos esforzándonos”. Chan concluyó mencionando la posibilidad de finalizar la construcción del nuevo estadio, destacando su relevancia para el club, ya que este podría duplicar o triplicar los ingresos y mejorar la liquidez para nuevas inversiones. Además, comentó que Kiat Lim, hijo de Peter Lim, participó en la reunión de forma virtual.