Uno de los momentos más tensos del partido entre Atlético de Madrid y Villarreal ocurrió aproximadamente a la mitad del segundo tiempo, cuando el árbitro Sánchez Martínez se dirigió al banquillo del técnico Simeone para expulsar a un miembro de su equipo.
Al principio, hubo confusión, pero rápidamente se aclara que se trataba de Alejandro Bonvicini, el tercer entrenador del club rojiblanco. En el acta oficial, el árbitro murciano anotó la razón de la expulsión: “Por hacer observaciones de manera gritada y con los brazos en alto, de forma reiterativa, luego de haber sido previamente advertido por el cuarto árbitro y el asistente”.
Esto significa que el argentino, uno de los colaboradores más cercanos de Simeone, no podrá estar en el banquillo durante los próximos dos partidos, debido a sus protestas, en virtud del artículo 127 del Código Disciplinario que trata sobre las reclamaciones hacia el árbitro: “Protestar a los árbitros principales, asistentes o al cuarto árbitro, siempre que no sea una falta más grave, se sancionará con una suspensión de dos a tres partidos o hasta un mes”. Por lo tanto, Bonvicini se perderá el partido en el Santiago Bernabéu dentro de dos jornadas, así como el enfrentamiento del próximo sábado en el Estadio Metropolitano contra el Mallorca. Sin embargo, podrá estar presente en los cuartos de final de la Copa del Rey ante el Getafe, ya que se trata de una sanción menor que se cumple dentro de la misma competición.